ALTER NATIVITAS 2012
Melina Scalise
¿Qué significa nacer hoy en día? ¿Qué significa ser dado a luz como individuo en la sociedad actual? ¿Qué imágenes evocan nuestras mentes ante el nacimiento y los recién nacidos?Hemos tratado de responder estas cuestiones a través del arte, invitando a un grupo de artistas a representar, de una forma contemporánea, la Natividad, considerada como una de las principales escenas de Nacimiento en nuestro imaginario colectivo.
Hace dos años comenzó nuestra primera exposición sobre el tema, organizada por Spazio Tadini, Natividad 2010, el tema había sido propuesto por Il Sextante, ampliando la envergadura del proyecto para incluir nuevos artistas, en colaboración con la revista L'Eco del Dolomiti y llevada a cabo en Pinzolo gracias a su Casa de Cultura, como segunda edición de la exposición "El Arte de la Natividad".
A lo largo de los años la iconografía del nacimiento de Jesucristo ha permanecido intacta, pero las familias de hoy en día y sus contextos ambientales han cambiado drásticamente el modo en el que un recién nacido es traído a la vida en nuestra sociedad contemporánea.
Comenzando con un análisis visual de la tradicional representación de la Natividad, es más fácil de observar qué permanece: el bebé. En realidad, no es ya posible dar por supuesto que los padres serán una madre y un padre (José no era padre biológico), porque hoy en día podemos encontrarnos con madres solteras, (inseminación artificial y madre de alquiler), o una pareja homosexual, o incluso una familia extensa.
El entorno ya no es una casa o un portal, sino una sala de partos que no necesita buey ni mula para templar el ambiente. Es más, ya no son una necesidad en el entorno doméstico, para el trabajo de los padres o la supervivencia de las familias. A esto se añade el factor de que hoy en día podemos planear el nacimiento e incluso algunos aspectos genéticos del niño aún no nacido. Podemos incluso decidir dar a luz en el ciberespacio: en internet, en Second Life, o en otros entornos visuales. Y luego está la cuestión de los regalos de los visitantes que Jesús recibe, de los pastores y los reyes magos: ¿cómo encajamos esto con las nuevas interpretaciones napolitanas de la Natividad colmada de artesanos, ciudadanos y mercaderes que pueblan la ciudad, cada uno trabajando en labores necesarias para la vida de la comunidad? Actualmente todo esto ha desaparecido. ¿Y se extinguen los soberanos con sus regalos reverentes de oro, incienso y mirra para los niños del mundo? A día de hoy parecen sólo interesados en ofrecerles su parte de la deuda pública y su identificación fiscal.
El tiempo de Navidad es el momento para reflexionar sobre el carácter de Jesús y el significado de su llegada en este mundo como el hijo de Dios, desde el misterio de su nacimiento. Pero es también tiempo de considerarlo como un hombre sencillo, que sin embargo, dejó una importante huella en la sociedad gracias a su ideología. Este hecho nos debe dar motivos para reflexionar sobre cómo cada individuo en el planeta puede cambiar el curso de la historia con el poder de su mente y con la fuerza de sus actos. Es tiempo, por tanto, para recordar lo grande que es el espíritu del individuo comparado con el colectivo en su conjunto.
Es una importante reflexión dada en este periodo, en momentos en los que nos hemos convencido de la impotencia de cada individuo si se compara con otras potentes fuerzas como la economía internacional y los lobbys políticos.
Creo que las navidades no debieran ser consideradas sólo como el nacimiento de Jesús, sino también como -distanciándonos de la estricta interpretación religiosa- el nacimiento de cada uno de nosotros, una interpretación renovada de nuestro potencial como individuos, los misterios de la vida, y la belleza de vivir la vida al máximo.
Incluso esta simple reflexión es constantemente ensombrecida por la maquinaria comercial y la hipocresía que la "bondad" navideña impone, sobre todos nosotros, al menos con una buena acción entre nuestros vecinos. Esta acción es consumada por el rito del regalo, concebido como un equivalente a la donación dinero. Es como si estos detalles fuesen indiferentes o dañinos durante los restantes 364 días del año, pero el día 365 debiéramos demostrar de algún modo nuestra confirmación de bondad.
Durante siglos, la representación de la Natividad en el arte ha servido para ver la evolución de su significado a lo largo del tiempo. Los artistas han modificado la relación entre los actores en muchas ocasiones, añadiendo o cambiando personajes, variando la intensidad y dirección de la luz para enfatizar los centros de atención, aplicando una nueva simbología, variando el contexto e incluso el escenario.
Por esta razón, hemos reunido a los artistas una vez más para que nos muestren la quintaesencia del nacimiento en nuestra sociedad actual, la de el año 2012.