Sumario
 

Hay quiénes afirman que el esquí de fondo nació entre las colinas noruegas y suecas  y quién en la estepa siberiana. Es un enigma que quedará por siempre irresoluble. Aparecen a partir de los comienzos del siglo XI testimonios fiables que nos hablan de la utilización de dos piezas de madera curvada fijadas a los pies y usadas para operaciones de guerra y excursiones de caza. En efecto, las tropas noruegas enviadas por el rey Arald utilizaban los esquís en el 1100, factor decisivo en la batalla cerca de la ciudad de Cristiana (Oslo en nuestros días), que ayuda a explicar su victoria frente a las tropas enemigas danesas.
La versión deportiva del esquí de fondo no aparece hasta el siglo XIX, más concretamente en el 1814 cuando se celebra en la capital noruega la primera competición agonística. A partir de entonces, se suceden fechas fundamentales para este deporte: en 1843 en Tromsöe tiene lugar la primera competición oficial; en 1884 la primera carrera de larga distancia (220km); en 1901 nace el primer club de esquí de Italia, en Turín y en 1913 se funda en Milán la Federación Italiana de Deportes de Invierno.
Por su conformación orográfica, la región de las Dolomitas fue uno de los destinos favoritos de los pioneros del esquí. Dentro de nuestra provincia, los más entusiastas eran los miembros de la Sociedad Alpina de Trentino (SAT), establecida en torno a 1870. Fue precisamente en las últimas décadas del XIX cuando se hicieron más frecuentes las visitas en grupo a las Dolomitas, especialmente de aquellos que vivían en los valles.
Es en 1910 cuando se empieza a oír hablar de los “skjatori” de Trentino. El periódico “Il Trentino” hace entonces referencia al viaje realizado por estos jóvenes, que partiendo del establecimiento de Madonna di Campiglio, intentan alcanzar la cumbre del Spinale, donde quedan sencillamente fascinados por la belleza de las panorámicas circundantes. Continuando con esta localidad, en 1913 hallamos escritos que explican cómo, a menudo, grupos de soldados austro-húngaros que se alojaban en la fortaleza “Riva del Garda” llegaban a Pinzolo, para ir después a Campiglio y poder “disfrutar del deporte con esquís”.

Entonces no había diferencia entre el esquí de fondo, el esquí de travesía y el esquí alpino. Las tres disciplinas fueron clasificadas para las diferentes exigencias del terreno: llano, ascendente o descendente.
A caballo entre las dos guerras, se celebraron las primeras competiciones, como la mítica de “Valligiani”. Pero el verdadero boom del esquí de fondo se desarrolló a finales de los años 60, también relacionado con la resonancia que tuvieron las grandes empresas realizadas por campeones como Federico y Giulio Deflorian, y sobretodo por Franco Nones, de Castello di Fiemme, que en el 1968 gana la medalla de oro en 30km en la Olimpiada de Grenoble.Ésta fue la chispa que puso en movimiento todo el mecanismo: se convirtió en un deporte de masas, con el deseo de superarse a sí mismo y al tiempo atrayendo cada vez más las miradas hacia el norte, también con aquellas enormes y legendarias grandes distancias, de las que Vasaloppet (más de 90km ) era el emblema: el faro, el mito.

También en Italia, los pioneros que volvían fascinados y entusiasmados con el Vasaloppet estaban deseosos de importar una experiencia similar sobre nuestra propia nieve; esa fue la mecha que hizo que estallasen los acontecimientos, fue un fenómeno que evolucionó a pasos agigantados: hoy en Italia hay al menos 30 pistas de esquí de fondo. De esta forma en 1970, gracias al abogado Franco De Pilati y al club de Trento SAT, se decide dar comienzo a un nuevo y fascinante reto: una competición de esquí de fondo en Italia. El sueño se convierte en realidad. En Enero de 1971, en Viote, en el Monte Bondone tiene lugar la primera edición de “La Galopera”. El mes siguiente, el 7 de febrero de 1971 para ser exactos, hace su primera aparición la “Marcialonga”; nacida a consecuencia del traslado a Escandinavia de los dos “ciudadanos” Roberto Moggio y Giulio Giovannini. Se desarrolló en una distancia de 65km y fue el vencedor Ulrico Kostner. En los años sucesivos, nacieron otras pistas de larga distancia, incluida el Lavazèloppet en Passo Lavazé, el Millegrobbe en el altiplano de Lavarone en 1977, el trofeo del Barba en 1972, así como el trofeo de Val di Sole, el trofeo de Pilati y la carrera de Pinzolo en 24h. Una competición sorprendente, esta última, con un formato en el que los relevos se realizaban entre cuatro atletas, que competían durante el día y  la noche, sostenida por los esfuerzos de unos pocos amigos de Val Rendena que estaban verdaderamente involucrados en la tarea de realizar una competición a nivel internacional en este valle: Ezio Binelli, Ugo Caola, Diego Leoni y Toni Masè. La carrera tuvo lugar durante más de una década en el centro de Val Rendena, para luego trasladarse a Andalo antes de ser eliminada por completo del calendario deportivo. Cómo no traer a la memoria las dos ediciones del Campeonato Mundial de Val di Fiemme en 1991 y 2003, quizá con la esperanza de volverlo a ver en el 2013.
Hoy en día el esquí de fondo ha cambiado radicalmente, los materiales tienen cada vez más protagonismo. Basta pensar en la tecnología y el trabajo del equipo italiano en las Olimpiadas de Torino, trabajo que por otro lado ha traído resultados ilusionantes, primero con el relevo de Cristian Zorzi, digno heredero de Giorgio Vanzetta, y después con Di Centa, vencedor en 50km. También el inminente invierno será rico en citas de prestigio en la región. Sobre todo la Copa del Mundo de Esquí de Fondo el 5 y 6 de enero en Val de Fiemme y la Marcialonga el 27 de enero de 2008.
Otro aspecto nuevo es el creciente interés que se dedica al esquí de fondo del mundo turístico. Las agencias de viajes  están programando en estos últimos años paquetes vacacionales en relación con el esquí de fondo, promocionándolo como “Fitness in Nature”. Para aquellos que quieren unas vacaciones activas en total libertad, inmersos en la naturaleza, exigiendo un ejercicio físico completo, no hay nada comparado al esquí de fondo, sobre todo en Trentino, territorio donde hay fórmulas como el Super Nordic Skipass, un carnet que da acceso a 17 pistas de esquí de fondo y a una amplia variedad de interesantes iniciativas.El esquí de fondo encuentra en las Dolomitas su ubicación ideal, nos ofrece la posibilidad excepcional de poder practicar esta disciplina en una de las maravillas naturales del mundo.


  1. La marcialonga. foto Flavio Faganello
  2. 24ore Pinzolo
  3. Giulio Deflorian
  4. Galopera
  5. Cristian Zorzi in testa al gruppo nella Coppa del Mondo della Val di Fiemme
  6. Marcialonga, 1995. foto P. Orler Dellasega
  7. foto M. Benedetti
  8. Zorro e Vanzetta,Torino2006. Photo Elvis
  9. Sci di fondo a Campiglio. foto Carlo Baroni
 

 

 

 

© 2006-2008 EcodelleDolomiti