TRAS LAS HUELLAS DE LOS PIONEROS Y LAS GAMUZAS
Rutas habituales en el Parque Nacional de los Dolomitas de Belluno


Vittorino Mason

 

El Libro
Este trabajo, que ha durado siete años, es una homenaje al territorio del Parque Nacional de los Dolomitas de Bellunesi, que el autor ha elegido como segunda residencia.
Es un medio que conserva todavía zonas de naturaleza salvaje, únicas en su género, con itinerarios premiados y que producirán gran satisfacción a aquellos que quieran aventurarse buscando los recorridos, siguiendo las huellas de las gamuzas, confiando en unas pocas ramitas rotas y esporádicamente en alguna piedra marcada por el hombre.
La guía es el resultado de gran cantidad de exploraciones, búsquedas y reconocimientos sobre las vías normales que conducen a muchas cimas hacia el interior o hacia los confines del Parque.
Son rutas normales de modesta dificultad alpinística, que presentan desniveles notables, a veces superiores a los dos mil metros, en recorridos con desafiantes ascensos.

Este trabajo pretende dar a conocer y redescubrir el extraordinario escenario salvaje presente en el Parque, con la comprensión y el respeto que merece. La aventura, con A mayúscula, ¡aquí aún es posible!

 

Ha pasado bastante tiempo desde aquella primera ruta con cuerda fija en el monte Tofana di Ròzes. Recuerdo que, desventurado y sin blanca, fui a subir el monte "Lipella" sir arnés o casco y con un par de zapatillas de deporte con las suelas rotas, dos tallas mayores que mi pie. Desde aquel día muchas cosas han cambiado, pero aquel primer entusiasmo permanece inalterado, casi ha aumentado. Después de la cordada hemos llegado a los senderos no señalados y poco frecuentados, después los viàz, las cimas "secundarias", aquellas que no son fáciles de localizar, y finalmente las vías normales, aquellas olvidadas, las cuales necesitan de espíritus aventureros que las "redescubran".
Hoy, mirando a mi alrededor, leyendo y escuchando los comentarios en el mundo alpinístico, me doy cuenta que la mayoría de la gente joven comienza inmediatamente con la escalada, quizás por las vías famosas y difíciles. Entonces, percibo que de aquella que ha sido la historia de los primeros exploradores, de la belleza, el cansancio de los largos y silenciosos acercamientos -incluso a través del conocimiento del paisaje, de los múltiples aspectos de los terrenos de la montaña- ya no queda nada. ¡En la montaña todo se alcanza rápido y con prisa! Pero debería ser una ruta para alcanzar la meta adquiriendo, al tiempo, una abundancia de experiencias que ayuden en el camino.
Muchas veces, ignorando las sorpresas y la belleza que nos deparan, olvidamos los recorridos "fáciles", como algunos caminos normales. Quedan sólo para algunos pocos románticos del monte. Desempolvando viejos libros y buscando en la memoria de los tiempos remotos podemos descubrir las hazañas y proezas de aquellos pioneros quienes, con un sentido pleno de la aventura y la exploración, descubrieron los más fáciles accesos para alcanzar las cimas. Las rutas clásicas, normales, recorridos de cazadores aún hoy nos aportan fuertes sensaciones, rutas que, por su solitario encanto, pueden provocar grandes emociones y dar vida, como en un déjà vu, a aquellas "fatiche di vetro" de los trabajadores que conservaron y refirieron en sus cuadernos escritos en el ascenso.
Me gusta soñar y aventurarme a través de los senderos de mi memoria; a veces me parece oír las voces de aquellas gentes sin miedo jurando por un pasaje difícil, por la curiosidad por descubrir la vía y la emoción de alcanzar la cuota, después el eco de alguien que llora de alegría ante la última roca. Es por esto, por lo que yo persigo esta alegría, y esta incertidumbre; las vías normales propuestas son sólo una muestra en un campo de acción, el Parque Nacional de los Dolomitas de Bellunesi, en el que a menudo me siento el protagonista, como si fuese uno de estos pioneros, un cazador que, siguiendo una gamuza, encontrase las huellas correctas para superar un saliente, un sendero o la ruta para alcanzar la cima de la montaña.
No soy un escritor de guías. Este trabajo, que ha durado siete años, es un homenaje al territorio del Parque que, por necesidad vital, he elegido como segunda casa. Este es un medio ambiente que conserva aún rincones de naturaleza salvaje, únicos en su género. La tan alabada y ansiada Wilderness está aquí, a dos pasos de casa. El Monti dei Sole, pero también el grupo de la Schiara, ofrecen itinerarios apreciados y que producucirán gran satisfacción a aquellos que aún quieran aventurarse buscando el camino, siguiendo las huellas de las gamuzas y guiándose por cualquier ramita rota o piedra marcada.
Será de gran satisfacción para el que ama andar por viáz y escalar sobre terrenos mezcla entre desmoronado y con escoria, lejos de cómodas metas y circuitos ultrapropagandísticos. Esta guía es el fruto de muchas exploraciones, búsquedas y encuentros en las rutas normales que llevan a muchas cimas, hacia el interior y hacia los límites del Parque. Cada camino ha sido recorrido entre dos y seis veces, para poder dar una idea de la dificultad con la que se ha hecho. También quiero incluir algunas montañas fuera de los límites, porque el acceso al carril cruza el parque o porque lleva hacia el interior. Algunas de las montañas tienen más de una ruta de escalada, pero yo me he tomado "licencias poéticas" para proponer unas que conocía o que me gustaban. Además, algunas de estas rutas deben ser consideradas como "no muy normales". El objetivo de esta guía es reunir en un solo volumen una serie de rutas y cimas ya mencionadas en otras guías, pero que no incluían todo el territorio del Parque.
Estas vías normales, aunque de una modesta dificultad alpinística, sólo en algunos casos superan los grados III y IV de dificultad, presentan desniveles notables que, en algunos casos, superan los dos mil metros, con algunas rutas desafiantes y otras selecciones asequibles. Muchas de las rutas propuestas son poco frecuentadas y otras han sido olvidadas, por lo que el que camina requiere de experiencia y conocimientos del territorio para avanzar. Algunas de estas vías son recorridos circulares, especialmente en el Monti dei Sole, donde la experiencia de los montañeros es necesaria para estar acostumbrado a moverse y escalar en el "vacío", sobre pasajes expuestos, suelos con grava, quizá con minúsculos agarres y huecos donde colocar el pie, a veces sólo con unas ramas de mugo como cuerda con una mano tendida.
Recorridos largos, cansados y desafiantes, desde todos los puntos de vista requieren una fuerte preparación psicofísica. Además, las montañas reservan una gran satisfacción, emociones y momentos que permanecerán para siempre en los corazones de aquellas personas que se aventuren con pasión y amor en estos caminos.
Este trabajo quiere, por tanto, dar a conocer  y redescubrir el extraordinario escenario salvaje presente en el Parque, con el conocimiento y respeto que merece. Una aproximación, una profundización en el territorio a todo color, que a través del esfuerzo por alcanzar la meta, comprende el valor que este patrimonio natural conserva. Se descubrirá que la aventura, aquella con "A" mayúscula, es todavía posible y la montaña, un mundo en el que cuerpo y espíritu se expresan.

El autor
Vittorino Mason nació en Lareggia (Padua) en 1962. Vive y trabaja en Castelfranco Veneto, donde también ha trabajado durante años como promotor cultural.
Ha reunido una colección de diapositivas La voce dei monti, escribe para revistas especializadas de la montaña y es coordinador de la Agrupación por la Naturaleza Le Tracce. Socio de Mountain Wilderness, forma parte del GISM (Agrupación Italiana de Escritores de la Montaña).
Su amor por la montaña, le ha llevado a viajar por las montañas cercanas y del mundo, uniendo la pasión por la fotografía y la escritura.

Ha publicado dos colecciones de poesías Carta Straccia, en el 1987 e In silenzio, en el 1995. En el mismo año ha salido su libro Nel gioco dei potenti speranza e libertá.

  1. 1. Sobre el Col di Luna con Pavióne al fondo
  2. 2. Escalando hacia la cima principal de la Scala
  3. 3. La plataforma descubierta poco después del Forzèlin

 

 
 
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