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Nada sucede por acaso, todo hace parte de una programación universal preparada minuciosamente con la finalidad de mejorar la naturaleza humana, ya que todas y cada una de las acciones que ejecutamos, tienen inteligencia propia e independiente y se comunican entre si, de forma a garantizar harmónicamente, el proceso evolutivo de todos los seres.
Esto puede parecer inverosímil pero también puede no serlo: Probablemente, eran doce las personalidades que allí estaban reunidas. Había dos invitados colocados en el centro de las atenciones que obedecían, igualmente, a la misma descripción. “Ha llegado el momento de dar inicio a vuestro trabajo. – comenzó explicando aquella identidad que parecía tener el comando - Se trata de un país que anda extraviado en los desvíos generados por la súbita modernidad, gracias a la indiferencia de una clase poderosa que lo domina sin pensar en los riesgos que crían para la mayoría y para ellos mismos. Tiene todo para perder sus rumbos y ser absorbido por comportamientos que acabarán medrando la pureza espiritual que le fue otorgada a la hora de su creación. Tú llegarás en el décimo mes de 1958 y tú – apuntando para el otro invitado – en el tercer mes de 1960 pero deberás volver a más tardar al comienzo del quinto mes de 1994. Una pareja económica y financieramente estable les espera”.
Dicen que a la velocidad de 300 k.p.h., el espíritu está listo para llegar fácilmente a la separación del cuerpo, por eso es que se trata de una sensación muy especial y extraordinariamente, agradable. “Correr, competir, llevo eso en la sangre, es parte de mi vida." - decía el brasileño Ayrton Senna da Silva que siempre quiso más que la victoria - conquistó 41, que lo condujeron a los tres títulos de campeón mundial de la Fórmula 1 -, algo muchísimo mayor que la perfección. Quería lo imposible, o sea, pagar con el riesgo de la muerte.
Un año antes admitía: “La muerte hace parte de mi vida. Tengo miedo de morir pero he aprendido a convivir con el miedo que esto me da y me fascina". Las victorias conseguidas desde el primer año de la carrera no combinan con la realidad del niño que tenía dificultades motoras, que en la hora del helado recibía dos porque uno casi siempre terminaba en el suelo. El neurologista diagnosticara que se trataba de un problema de coordinación motora que desaparecería a los pocos, lo que sucedió después que ganó de su padre el primer carro: un kart a pedal.
Ayrton Senna pilotó su primer Fórmula 1 en julio de 1983, en una prueba en la pista de Donnington, en Inglaterra. El carro que experimentó aquel día era de la Williams - la dueña de la máquina que pilotaba cuando murió. Coincidencia de lectura compleja para no llamarla de extraña.
Como la mayoría de los pilotos, Senna tenía un buen patrocinador, su padre. Milton da Silva entraba siempre con los recursos suficientes para cubrir los gastos del hijo pero de repente, cesó el "papatrocinio", como los pilotos iniciantes se refieren a la ayuda paterna. Dicen que por una única vez en la vida, Senna pensó en tomar otra dirección. Volvió al Brasil porque su padre cortó su subsidio, tenía miedo de lo que podía ocurrir en las pistas. Aun así, Ayrton decidió volver a Europa con un pasaje y mil dólares en el bolsillo donados por el presidente de la Confederación Brasileña de Automovilismo para realizar su sueño.
En 1972, cuando Emerson Fittipaldi ganó su primer título de campeón mundial, la Red Globo de TV, decidió transformar el deporte de la Formula-1 en una pasión nacional transmitido al vivo para todo el país. Los campeonatos de Fórmula-1 siempre fueron responsables por altos índices de audiencia, principalmente, cuando un piloto brasileño estaba compitiendo con posibilidades de vencer. En el caso de Senna, eso se demuestra con números. En septiembre de 1992, el director de medios de comunicación de la agencia McCann-Erickson, evaluó la llamada que el piloto tenia. En el campeonato mundial de 1992, el pico de audiencia fue de 24 puntos, cuando el piloto inglés Nigel Mansell ya había conquistado el título de campeón. En los momentos en que Senna estaba bien, el pico fue de 30 puntos, o sea, 6 millones de telespectadores que solo querían asistir la corrida por causa del desempeño del piloto.
El devolvió a los brasileños el sentimiento del orgullo de haber nascido en ese país sudamericano que muy pocos practicaban hasta entonces. Ahora, al ver su nacionalidad en los colores de la bandera que él hastiaba todos o casi todos los domingos, junto a la emoción de vencer una corrida, surgía, nuevamente, en el corazón de la gente la Brasileridad.
Cuando el piloto partió, se encontró en su carro una bandera austriaca que, en caso de una posible victoria, la blandiría en homenaje al austriaco Roland Ratzenberger, que había desaparecido un día antes. Talvez, un colega de misión que había acabado por coincidencia, horas antes de él. Por ese ángulo, está claro que no se sabrá nunca en esta dimensión.
Después de su partida, los domingos en el Brasil, nunca más fueron los mismos, Una profunda tristeza se instaló en el espíritu de todos los habitantes recusando en irse. El ejercicio que ese pueblo, de todos los niveles sociales, hacía al esperar una victoria del ídolo paulista, generaba un fuerte sentimiento de Esperanza y fue con esa falta que ha sido necesario aprender a convivir después de aquel día en Imola, en Italia.
Dos meses antes de su pasaje, Ayrton Senna confesó a su hermana, Viviane, que deseaba hacer algo en beneficio de personas menos favorecidas pero no tenía por donde comenzar. Viviane Senna, una psicóloga, con especialidad en salud mental, fue la encargada de dar forma al sueño del hermano.
El Instituto Ayrton Senna, creado por su familia, recibió de empresas amigas cerca de una centena de millones de dólares en los últimos años para ser invertidos en obras sociales y en asociaciones con escuelas, gobiernos, ONGs y sectores privados.
Con diez años de existencia, el Instituto ya había invertido cerca de diez millones de dólares en proyectos educacionales para, aproximadamente, un millón de niños y jóvenes de 463 municipalidades en 25 Estados brasileños, con la participación de poco más de 51 mil educadores voluntarios en más de 3 mil trescientas escuelas. El más conocido de esos programas, el Acelera Brasil, hizo aumentar en 96% la tasa de aprobación en las escuelas públicas beneficiadas.
El Instituto se sustenta con el producto de la recaudación de los derechos de imagen del piloto y de las marcas Senna, Senninha e Senninha Baby, que ya en el segundo año habían llegado a US$ 3 millones.
La marca Senna es siempre asociada a productos de alta tecnología y calidad superior, como la moto Ducati, proyectada por el piloto, las esferográficas Montegrappa, lanchas Off-Shore, bicicletas Carraro o gafas de titanio bañado en oro. La edición de los relojes Tag Heuer en homenaje al piloto se agotó pocos dias después de haber sido lanzada.
Viviane está en la presidencia del Instituto desde su fundación El inicio no ha sido fácil, pues, dos años mas tarde de la partida del hermano, su marido y padre de sus tres hijos, el empresario Flávio Pereira Lalli, falleció en accidente de moto, un evento también de lectura compleja. Viviane superó esos traumas con mucha dedicación al trabajo y hasta hoy lo hace de 10 a 12 horas diarias. La pregunta es: ¿hasta cuándo?, porque ella y su hermano salieron con fecha de llegada y partida, la de ella, no se conoce hasta hoy.
Photo: ©Ayrton Senna Institute - image ©ASE
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