Sumario3

 

 

 

 

 

Riihimäki,

mundo de vidrio 

 

 

 

 

 

 


Cristina Maffei Suomi

 

 

Cuando observamos un objeto de vidrio, la primera impresión que nos asalta es la de su fragilidad, delicadeza y aparente inconsistencia. Debemos ir más allá de la apariencia y hacer un análisis más profundo, pensar en la fuerza, la resistencia y dureza de este material.

Por no hablar de otras cualidades: la primordial maleabilidad, impermeabilidad, salubridad e indiscutible utilidad. Si por último indagamos en el aspecto histórico-artístico descubrimos un universo de formas y técnicas que se han sucedido a lo largo de los siglos y que han consagrado la creación del vidrio al nivel de obra de arte, con piezas que son verdaderos iconos del arte internacional.

Estas son las sensaciones que han alternado en mí y me han acompañado durante la visita al Museo de Vidrio de Riihimäki, pequeña ciudad al sur de Finlandia. Mientras me sumergía en el vivo y multiforme mundo del vidrio, mi actitud variaba lentamente, sucumbía a la llamada “fascinación del vidrio”, estaba impresionada por las formas, los colores, la originalidad, pero también la singularidad y la energía que daban origen a cada obra concreta.

El Doctor Heikki Maitiskainen, director del museo, con gran disposición ha resuelto todas mis dudas, motivando ampliamente mi interés por el mundo del vidrio.

Sarpaneva Kajakki

Tras algunas referencias sobre el museo, proyectado por Tapio Wirkkala, desde 1980 situado en una antigua fábrica de cristal, mi interlocutor ha trazado una breve historia de las técnicas del vidrio. La más antigua e interesante, pero también la más actual a nivel artesanal, es el soplado del vidrio, que no ha cambiado en dos milenios, pero sí se ha visto enriquecida por nuevas técnicas traídas de Italia, como la filigrana, el “incalmo” y el “pezzato”. Entre las más recientes técnicas del vidrio, encontramos la colada, el prensado, laminado, estirado y otras muchas variantes, que permiten la producción a mayor velocidad y menor coste, uniendo el uso de las máquinas al indispensable trabajo manual y a la creatividad del hombre.

Original y muy actual desde un punto de vista ecológico, proyectadas con miras al futuro, son las técnicas de reciclado que se utilizan actualmente en Finlandia. Cortando, machacando y puliendo el vidrio reciclado, a través de una técnica en frío, se crean los nuevos objetos.

Dando respuesta a mi curiosidad, las reflexiones del director revelaban aspectos muy interesantes sobre la influencia del arte veneciano y finlandés. A pesar de la notable distancia, se han encontrado rasgos similares  en la obras, datadas del 1681, de la primera fábrica de vidrio de Uusikaipunki. Durante el Renacimiento, el cristal de Venecia tuvo su momento de esplendor en toda Europa, pero sólo desde 1920, con Paolo Venini, se realizó un verdadero intercambio de artistas, arquitectos y diseñadores, entre las dos naciones. La trienal en Milán de los años 50, consagró un periodo de oro, en el que las relaciones prosperaron durantes décadas con interesantes nombres como: K. Frank, T. Wirkkala, T. Sarpaneva, G. Ferro, F. Poli y A. Jacobino.

Numerosas son las muestras artísticas que se han consolidado en este diálogo, la siguiente “Finns at Venini”, que tendrá lugar el verano próximo.

En la primera planta se podrán ver todas las técnicas de producción de vidrio desde la Antigüedad a nuestros días, entre las que están comprendidas la técnica del soplado, la producción mecánica y las técnicas decorativas.

La historia del vidrio se trata de una manera precisa y rigurosa, retrocede hasta el momento en el que la tectónica de placas produjo las erupciones volcánicas, en las cuales la lava extruída formó “rocas vítreas” al solidificar sin cristalizar. De los egipcios a los fenicios, y a través de las poblaciones de la cuenca el Mediterráneo, los conocimientos del vidrio se extienden al norte de Europa, dando lugar a un arte que hace indispensable este material en la vida cotidiana de las personas. A este empleo doméstico e industrial del vidrio está dedicada la sala central de la primera planta: de la gran variedad de formas y dimensiones de las botellas de 1600 a 1800,  a la estandarización y consiguiente automatización de 1930 que determinó un incremento del empleo del vidrio en el hogar, en el sector químico, farmacéutico y de alimentos en conserva. La sala dedicada al diseño está dividida en dos secciones, vidrio artístico y producción industrial, aquí es donde mejor podemos apreciar los rasgos peculiares del país.

 

 

Son infinitos los artistas a citar, pero me limitaré a Alvar Aalto, con su “vaso Savoy”, que es uno de  los símbolos indiscutibles del diseño finlandés.  La sinuosa e insólita forma, inspirada en la naturaleza finlandesa y su miriada de lagos es conocida en todo el mundo y define el concepto de simplicidad y creatividad en estado puro. Al final de mi aventura en el mundo del vidrio estoy inmersa y presa de la pureza y la esencialidad de la forma, íntimamente conectadas con el paisaje finlandés, evocado en múltiples aspectos. En esta obra he encontrado el “espíritu finlandés”, hecho de concreción, de simplicidad, tenacidad y austeridad, don artístico y humano indiscutible de sus gentes.

 

 

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