El texto que Fernanda Pivano dedica a Rovereto.

“Ah, qué alegría, qué emoción, que una ciudad blanca como Rovereto haya creado un proyecto para dar vida a un movimiento de paz, un sueño colectivo de paz, ignaro de vínculos geográficos o, peor, políticos, un sueño justo para niños y viejos, inspirado por artistas y vivido tal vez por quien ha perdido en la guerra a un ser querido, gente que no quiere nada, que sólo quiere que la gente deje de matarse, de conducirse como los animales salvajes.

Mi sueño es que el movimiento de este movimiento por la paz sea cada vez mayor, y que muchas ciudades y pueblos puedan vivir mi mismo sueño.

Tal vez los sueños están destinados a fracasar, pero yo no puedo pensar que el sueño de la paz pueda fracasar.Lo más luminoso del hombre es el amor, lo más luminoso del hombre es el respeto, lo más luminoso del hombre es la no violencia.

Esto da seguridad a nuestro corazón, a nuestros afectos, es como si la eternidad se iluminase:sólo en la no violencia se puede hallar la inspiración en la vida.En estas palabras a las que los incitadores de guerras nos quieren deshabituar, se recoge la esperanza de quien prefiere un paseo por el bosque a un tiroteo mortal.

Nuestro amor nos lleva de nuevo a soñar en ciudades donde vivir unos junto a otros con confianza, donde hombre y mujer pueden encontrarse soñando el futuro y tal vez, por qué no, haciendo el amor, en todo caso sin matar a nadie.

(…) la guerra es la más brutal de las ofensas a la paz. Una ofensa basada a veces en emociones nacionales, a veces en emociones vulgares como las medallas, pero siempre en una ilusión que los más ingenuos consideran de paz, mejor que de ambiciones.

Tal vez forma parte del sueño de la paz que nuestra dignidad nos haga recordar los ojos de un muchacho que muere.La muerte es la más grande enemiga del hombre y la más grande amiga de la indolencia.Los artistas siempre harán una paz separada porque así verán resplandecer la luz de su alma.Porque un artista no puede ser perverso:son los perversos quienes prefieren la violencia a la paz.

Queridos amigos de Rovereto,

será porque vuestro corazón da paso a la palabra amor, será porque vuestro corazón es atravesado por los pensamientos del mundo, será porque a vosotros llega arte de oriente y de occidente, por lo que os confío mi sueño secreto, el de tantos amigos unidos para difundir la paz.”

Marco Nereo Rotelli, Fernanda Pivano y William Willinghton

HE HECHO UNA PAZ SEPARADA


La escritora Fernanda Pivano, ya desde los años Sesenta y con importantes amigos como Allen Ginsberg, Jack Kerouac o Gregory Corso, ha luchado siempre por la paz, y ha dedicado a este tema muchas charlas, sobre todo con los jóvenes.

Pivano ha decidido escribir un libro dedicado a la paz, titulado "He hecho una paz separada" (editado por Dream Creek), en el que la gran americanista recoge las ocasiones más importantes en que ha hablado de la paz  en los últimos años, como por ejemplo ante el atentado del 11 de septiembre en Nueva York, sus conversaciones sobre la paz con Hemingway o Ginsberg y tantos otros momentos inolvidables. El libro termina con un hermoso epílogo en el que Fernanda Pivano habla de Rovereto, la ciudad de la paz, y de la importancia que Rovereto ha adquirido en el curso de los años como referencia universal de este valor.

foto: William Willinghton

“Todas las noches, cuando apago la luz, mi último pensamiento es para los jóvenes, mi última esperanza de que serán ellos quienes pondrán fin a la violencia para siempre, con su dulzura, con su sueño de verdad y de amor”.